EL PENTECOSTALISMO DE PUERTO RICO - AL COMPÁS DE UNA FE AUTÓCTONA 1916-1956

EL PENTECOSTALISMO DE PUERTO RICO - AL COMPÁS DE UNA FE AUTÓCTONA 1916-1956

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AUTORA: HELEN SANTIAGO 2017

Entre el 1916 y 1917 llegaron a Puerto Rico varios misioneros pentecostales puertorriqueños. Habían salido de la isla en los años 1900. Su mensaje tuvo fervorosa acogida entre los mas pobres de los pobres. En ningún otro lugar del mundo el mensaje pentecostal tuvo una acogida igual. Los misioneros presenciaron con asombro milagros y manifestaciones antes no vistas. Los creyentes fueron conocidos como “los aleluyas”, pues alababan a Dios a toda voz, sin inhibiciones. Dios no solo se acerca a los mas humildes de la sociedad; su Espíritu hizo morada en ellos.

Rasgos culturales facilitaron la aceptación y expansión del mensaje. La creencia en lo sobrenatural era prevalente. La religiosidad popular incluía la participación de la mujer. El predicador subsistía gracias a la inviolable ley de la hospitalidad del campesino. Muy temprano los creyentes sostuvieron a sus pastores, a menudo, a costa de suprimir comidas. El pastor era tan respetado como un sacerdote. Ser autosuficientes le permitió a la incipiente iglesia trazar su propio rumbo; prescindir de la dirección de su afiliada norteamericana.

Durante la década del ’30, el pentecostalismo se convirtió en la corriente protestante mas numerosa. También infiltro el protestantismo histórico. Muchos evangélicos ignoraron las explicaciones racionalistas de los misioneros norteamericanos y adoraron al estilo caribeño.

El impetuoso impulso evangelizador del pentecostalismo se volcó en las misiones foráneas. La primera misión permanente establecida en Republica Dominicana en 1930 fue seguida prontamente por otras en Cuba y Haití. Hoy existen cerca de 10,000 congregaciones en el exterior afiliadas a concilios puertorriqueños, principalmente en América Latina.

El pentecostalismo se ramifico en la década del ’30, pero el relato continúa con la iglesia original, la Iglesia de Dios Pentecostal. Tensiones surgidas en relación con establecimiento de iglesias puertorriqueñas en los Estados Unidos y en relación con las misiones caribeñas, llevaron a la desafiliación en 1956. La Iglesia reconoció ser nacional y soberana.