AUTOR: JEANINE MARTÍNEZ 2021
La pandemia del COVID-19 ha venido a revelar las deficiencias de nuestra generación de creyentes en el tema del autocuidado y de cómo ordenar nuestras vidas. Necesitamos una perspectiva bíblica, balanceada y práctica. Actualmente hay dos vertientes del discurso y como toda dicotomía, dichos extremos no necesariamente nos llevan a un balance sano.
Nos hacemos preguntas como: ¿Qué dice Dios acerca del autocuidado? ¿Por qué y cómo puedo cuidarme y ordenar mi vida de manera integral? ¿No es egoísta? ¿No es pecado poner énfasis en el cuidado del cuerpo? Vemos claras instrucciones en la Escritura de que el ser humano está llamado a amar con toda su mente, alma, fuerzas y corazón (dos de estos implican la parte física). Dios nos ha dado un cuerpo y cuando vino a la tierra vino en un cuerpo. Cuando ascendió al cielo ascendió en un cuerpo, pero cuando fue necesario crucificarlo, lo hizo.